Donde. República de Bolivia 17
Entre Brasil y Argentina
Col. Centro De La Ciudad De México
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Crítica
El Museo de la Mujer tiene como objetivo hacer una revisión de la historia de México con enfoque de género, desde la época prehispánica hasta el tiempo presente, con la finalidad de hacer visible el quehacer histórico de las mujeres y su contribución en la construcción de la nación, para que la historia de las mujeres en México deje de ser una historia olvidada.
El museo es un libro abierto para toda la ciudadanía; un centro de difusión de una nueva cultura de equidad y respeto a los Derechos Humanos de las mujeres.
¿Inocentes o culpables?, la cárcel es tan corrosiva que llega a encerrar el cerebro, lleva a no poder imaginar ni pensar. Aduanas, candados, cerrojos no impidieron que 12 internas del Centro Femenil de Readaptación Social (CEFERESO) de Santa Martha Acatitla tomarán el taller Mujeres y monitas para contar las múltiples realidades personales y colectivas que viven en el interior del penal a través de historietas, caricaturas y monitos.
Las internas viven su realidad en cuadritos: las paredes de los dormitorios, comedores, salones y los muros del reclusorio. En tres meses, ellas aprendieron –con la artista gráfica y monera, Cintia Bolio– a hacerse la vida de cuadritos para denunciar las insuficiencias y vicios de la administración de justicia y las fallas en el proceso de reintegración social; así también, se prepararon para canalizar de manera positiva su depresión y tristezas, sus esperanzas y aspiraciones.
La realidad es cruda; para presentarla –y para que no duela tanto– aprendimos a maquillarla.
De mujeres y monitas es testimonio, biografía y crónica de primera mano de la realidad penitenciaria femenil, la posibilidad de acercarse e intimar en el proceso de reintegración social en el Distrito Federal y la oportunidad de recrear y experimentar la vida detrás de las celdas sin pisarlas, más allá de las versiones oficiales.
Opinion personal.
Con humor, ironía y franqueza, las mujeres monitas describen, narran, cuentan el cautiverio, los procesos penales que enfrentan, los talleres penitenciarios en los que participan, las actividades de estudio, deportivas y culturales que toman; así como las ausencias que les duelen, las pérdidas derivadas del aislamiento, los estigmas impuestos que cargan por estar en la cárcel, el rechazo social, el abandono de sus familias, las carencias que aguantan en prisión, el ansia y el deseo de salir libres para estar con los suyos.
Dibujar es una apuesta por la libertad. La historieta, las caricaturas y los monos también son una insurrección al presente fijo al que han sido condenadas, la lucha por el recuerdo que se desvanece y el conflicto entre lo que es catalogado de bueno y malo, justo e injusto, real e imaginario.